Por Eric Geiger
El presupuesto es un buen momento para desarrollar un plan, con los líderes correctos, para gastar. Prefiero acercarme al presupuesto con una mentalidad de crecimiento. Si lo hace, su presupuesto será mayor que el año anterior. Un presupuesto de crecimiento es un paso de fe, pero la sabiduría requerirá que usted tenga un plan para gastar si el crecimiento en las donaciones no se realiza.
En lugar de mostrar sabiduría en el gasto, astucia en la planificación y generosidad en la entrega, los líderes de la iglesia a menudo sucumben a los valores de gasto de este mundo. Lamentablemente, muchas iglesias son reflexiones colectivas de los hábitos de gasto de Estados Unidos, gastando todo lo que tenemos e incluso el dinero que aún no hemos recibido. Los líderes de la iglesia enseñan por su gasto; por lo tanto, debemos mostrar una mejor manera de vivir de la manera en que administramos los recursos que Dios nos confía. Parte de esto, creo, significa gastar menos de lo que usted recibe como iglesia.
Pero, ¿cómo se reconcilia esto con una mentalidad de crecimiento? Hacer un presupuesto en una iglesia en crecimiento es un gran desafío porque es difícil predecir cuáles serán las tendencias futuras en el futuro. El crecimiento actual no siempre es consistente ni está claro cuál será la nueva donación “por persona”. A menudo, los nuevos en la fe no comienzan a dar de inmediato. La práctica de simplemente multiplicar la tasa de crecimiento actual por la donación “por persona” actual es un buen punto de partida, pero en realidad refleja más el pasado que lo que predice el futuro. [Para hacer esto, una iglesia simplemente calcula el número de personas nuevas y multiplica ese número por el “promedio por persona” actual]
La temporada de presupuesto es un buen momento para luchar contra la tensión del crecimiento y la incertidumbre, la fe y la sabiduría. Puede conciliar una mentalidad de crecimiento y una planificación astuta utilizando el tiempo del presupuesto para planificar de manera objetiva y proactiva los gastos para que no tome decisiones caóticas más adelante. ¿Cómo podría verse esto prácticamente?
- Tenga un plan de activación para liberar nuevos recursos presupuestados. Marque las áreas en su presupuesto que serán “liberadas” después de que la donación alcance un nuevo nivel consistente. Una vez que las donaciones semanales alcanzan ese punto, se tira del gatillo.
- Desarrollar un plan para congelar el gasto. Con un pequeño equipo de personas sabias, planifique qué gasto se congelaría en niveles específicos de donación. Ejemplos: puede congelar nuevas contrataciones hasta que se logre un nivel consistente de donaciones. O si dando caídas a un cierto punto, ciertos gastos se suspenden.
Establezca un marco flexible durante el presupuesto para que se obtenga claridad antes de que sea necesario. Es mucho más fácil tener discusiones objetivas y sensatas antes de que el momento sea urgente.
Leave a Reply